El post que presentamos hoy lo dedicaremos a explicar ciertas cuestiones sobre el marketing online pensando en negocios que se presentan como nuevos en el mundo digital. Empezaremos por preguntarnos qué es el marketing y por qué importa, comprenderemos el camino del cliente hacia nuestro negocio hablando de ventas. Además dedicaremos el último apartado a reflexionar sobre cuándo es necesario externalizar ciertas tareas.

¿Qué es el marketing y por qué importa?

Es muy común en las nuevas empresas pensar que creando un producto genial, publicarlo en sus redes sociales recién creadas y confiar en que su producto es único y necesario valdrá para vender por internet. El problema es que puedes tener el producto más asombroso del mundo, pero si tus potenciales clientes no lo saben, es como si el producto no existiese, como si tu idea no se materializara y evidentemente nadie lo comprará. Por esto debemos tener claro que el marketing y el marketing online siempre es una de las cosas más caras que cualquier empresa puede hacer para dar visibilidad a sus productos.

El marketing es el arte de promover tus ideas, productos y en general tu negocio a tus cliente potenciales. Estrategias, publicidad, investigación de mercado… Los clientes, y llegar a ellos es la tarea principal para que un negocio se lance y perdure.

Debemos tener claro que la publicidad cuesta dinero. Debemos comprender esto para unirlo a que no obtendremos clientes de forma gratuita si no tenemos pensado vender productos gratuitos. No podemos cometer el error de pensar en que los clientes vendrán a nosotros porque sí. La cuestión es que debemos invertir en marketing, con una estrategia clara y tener claro que el objetivo es de que el gasto de conseguir un cliente sea menor al gasto que éste realizará para hacer sus pedidos en nuestro negocio.

 

Conocer el camino del cliente

Debemos tener claro antes de nada que un negocio es un proceso de venta de productos a individuos. Por ello, desmenuzando clientes y pedidos pensemos en el viaje que hace un solo cliente desde que ve o escucha por primera vez nuestro negocio o producto hasta que interacciona, finaliza compra y nosotros le enviamos su pedido. Casi todos los clientes siguen la misma ruta, con pequeñas variaciones en el camino. Por ello debemos tener sólido y alienado este viaje y los procesos que suceden desde la puerta de entrada hasta que sale con su pedido en las manos.

Pongamos un ejemplo. Imaginémonos un cliente que entra en Instagram, pincha en nuestro anuncio, va al sitio web, navega por todo nuestro contenido publicitado, elige un producto que le gusta, lo añade al carrito y finaliza su compra. Luego, nosotros enviamos un correo agradeciendo su compra y enviando un cupón para su próxima compra con un descuento.

Pensemos que este cliente sin darse cuenta viajó a través de un canal estructurado y claro, con un final de recompensa en el que le ayudaremos a decidir volver la próxima vez. Si este camino, es confuso, tiene fallos, lento… El cliente pensará si materializar su compra o irse a la competencia. Debemos pensar como empresario y además de crear este camino seguro y fiable, en cómo vamos a fidelizar un cliente que ya realizó su compra en nuestro negocio.

El marketing es algo continuo e interminable

Atención, constantes mejoras, cambios, adaptaciones, optimizaciones… Hay que tener claro que el marketing es un elemento vivo en nuestra empresa, que nace y se desarrolla si nosotros somos capaces de adaptarlo a nuestro negocio. Si vemos que esta tarea se hace demasiado para nosotros, si sentimos que los puntos claves del marketing se nos escapan de las manos, si nuestro trabajo no resulta y además no obtenemos el retorno que desearíamos, entonces debemos plantearnos si contratar a una agencia de comunicación que sea capaz de adaptarse a nuestro negocio y alcanzar los objetivos que nos marcamos en ventas y obtención de respuestas positivas de nuestros clientes materializadas en compras.